El papel que la educación artística desempeña en el desarrollo de competencias para la vida de niños y jóvenes en el siglo XXI ha sido ampliamente reconocido en numerosas investigaciones. Las diversas manifestaciones artísticas emplean un lenguaje propio: la belleza creada, que es necesario re-conocer para incorporar los cambios culturales que están ocurriendo. La alfabetización artística dota de alma humana a gran parte de la alfabetización tecnológica, es necesaria para el desarrollo de las inteligencias múltiples y permite experimentar de manera distinta otras formas de comunicación.